El 9 de septiembre de 2024, Benito Garrido Jurado, destacado miembro de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y figura clave en la Fundación Universitaria San Pablo CEU, falleció, dejando un legado imborrable en el ámbito educativo y en su entorno familiar. Nacido el 25 de septiembre de 1930 en Porcuna, Jaén, Benito dedicó su vida al servicio de la educación y a la promoción de valores cristianos, combinando su labor profesional con una profunda entrega a su familia y sus pasiones personales.
Formación y Trayectoria Profesional
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Benito también se formó en Ciencias Sociales y Económicas en el Instituto de Estudios para el Desarrollo Económico de Nápoles, Italia. A lo largo de su carrera, ocupó relevantes cargos como asesor laboral y colaborador en planes de desarrollo español. Su papel más significativo se desarrolló en la Editorial Católica (EDICA), donde fue Director General de Recursos Humanos. Durante su gestión, destacó por su capacidad para guiar a los empleados en un momento de transición, ayudando a muchos a encontrar nuevas oportunidades dentro de la Fundación CEU.
Durante más de 20 años, Benito ocupó el cargo de Director de Organización y Recursos Humanos en el CEU, donde se le recuerda por su moderación y equilibrio en el trato a los demás, cualidades que le permitieron construir relaciones sólidas en un entorno profesional complejo.
Pasión por las Radios Antiguas y la Lectura
Entre sus muchas aficiones, Benito cultivaba una notable pasión por las radios antiguas. Su colección, que superaba las 150 piezas, no solo representaba un interés personal, sino también una forma de conexión con el pasado. Para él, estas radios eran símbolos de comunicación y cultura, y dedicaba horas a restaurarlas y mantenerlas en perfecto estado. Esta afición reflejaba su amor por la historia y la nostalgia, rasgos que lo definían y lo unían a sus raíces.
Además de su interés por las radios, Benito fue un ávido lector. Leyó cientos de libros a lo largo de su vida y destacó por su amplia colección de obras sobre la Guerra Civil Española. Este interés no solo evidenciaba su pasión por la historia, sino también su deseo de comprender los acontecimientos que han marcado su país. Su biblioteca era un reflejo de su curiosidad intelectual y su compromiso con el aprendizaje continuo.
El Amor por la Familia
El amor por su familia fue una de las fuerzas que guiaron la vida de Benito. Su matrimonio con María Isabel López Moreno, conocida cariñosamente como "Marbel", fue un pilar en su existencia. Juntos formaron un hogar lleno de amor y respeto, un ejemplo de compañerismo y apoyo mutuo. Para Benito, Marbel era su mayor inspiración y su fuente de felicidad.
Benito también se dedicó plenamente a sus hijos y nietos, transmitiéndoles valores de fe y servicio. Su papel como padre y abuelo fue fundamental, mostrando siempre cariño y cercanía en cada interacción familiar.
Placeres Simples de la Vida
Además de su compromiso profesional y familiar, Benito disfrutaba de las pequeñas cosas de la vida. Su amor por la poesía y su hábito de leer los periódicos diariamente reflejaban su curiosidad intelectual y su deseo de estar informado sobre el mundo. También apreciaba un buen aperitivo, disfrutando de momentos de conversación y camaradería con amigos y seres queridos.
Su gran sentido del humor lo caracterizaba; contaba miles de chistes que perdurarán en la memoria de quienes lo conocieron, trayendo alegría y risas a su alrededor. Su capacidad para encontrar el lado humorístico de la vida lo convertía en un compañero entrañable y un faro de optimismo.
Un Legado que Perdura
El legado de Benito Garrido Jurado es un testimonio de dedicación, amor y servicio. Su contribución a la ACdP y al CEU dejó una huella perdurable en la educación y en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. Su vida, marcada por el amor incondicional a su familia, su pasión por las radios antiguas, su afición por la lectura y su compromiso con los valores cristianos, sigue siendo una fuente de inspiración para todos.
Descanse en paz, Benito, dejando tras de sí un legado de servicio, amor y pasión por la vida. Su memoria permanecerá viva en el corazón de quienes valoraron su amistad y su influencia.